plataforma petrolífera SEDCO710 en el dique del este
del Puerto de Santa Cruz
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Como
en Crónica de una muerte anunciada,
voy a empezar por el final.
Estoy
en contra del proyecto de prospecciones petrolíferas que Repsol quiere acometer
a unos 60 kilómetros de las costas canarias, por lo que asistiré a la
manifestación convocada para este sábado 7 de junio a las 18.00 horas en la
Avenida de Anaga de Santa Cruz. Pero no estoy en contra del petróleo “per se”,
como si fuera una entidad maligna por naturaleza. Explicaré brevemente mi
opinión sobre las prospecciones en particular y sobre el petróleo en general.
Ahí va!
El
Anexo I de la Directiva Hábitats de la Unión Europea establece un listado de
zonas que albergan tipos de hábitats naturales de interés comunitario cuya
conservación requiere la designación de Zonas de Especial Conservación (ZEC).
El Anexo II cita especies animales y vegetales de interés comunitario para cuya
conservación es necesario designar ZECs.
Una
gran parte del Este de Lanzarote y Fuerteventura reúne hábitats y especies
recogidas en estos anexos, por lo que el Gobierno Español ha elevado a la
Comisión Europea una propuesta de Lugares de Importancia Comunitaria, LIC, que en
cuanto sea aprobada por la Comisión, tendrán un plazo máximo de 6 años para
convertirse en ZECs, donde gozarán de niveles de protección muy estrictos.
Casualmente
el proceso de declaración de este LIC ha estado paralizado durante meses, y el
día después de la Declaración de Impacto Ambiental favorable para las prospecciones
fue desbloqueado. El área propuesta para este LIC coincide en un 80% con las
cuadrículas en las que se podrán realizar los sondeos.
A
nivel socioeconómico creo que no va a tener ninguna repercusión positiva para
Canarias. El turismo es el principal sector económico de nuestras islas, algo
que siempre me ha entristecido, ya que no estimula la cualificación de la
sociedad, ni la estabilidad laboral ni los sueldos decentes. Sin embargo es lo
que hay, y si algo puede innovarse en este sector, pues adelante. El turismo de
corte “natural” en lugar del masificado poco a poco está ganando terreno,
generando una actividad de calidad y mayor valor añadido, con los consecuentes
beneficios para las trabajadoras canarias.
Este
nuevo tipo de turismo tiene una idea clara de lo que quiere ver: espacios
vírgenes como las playas de sotavento en Fuerteventura. La imagen de
plataformas y barcos petroleros no entra en sus planes para elegir destino
vacacional. La percepción del turista y de los turoperadores deben ser tenidas
en cuenta en una región como la nuestra.
Al
no haber mucha planificación de la economía, no existe una masa laboral
cualificada en nuestras islas para que puedan aprovechar la oportunidad de
trabajo que supondrían los sondeos. Y al contrario que en otros países, el
petróleo no será propiedad estatal, sino de la empresa que lo extraiga. El
Estado sólo cobrará un canon a Repsol. Olvidémonos del petróleo como revulsivo
contra la crisis.
Por
último está el aspecto de la toma de decisiones. Por mucho Estado de las Autonomías
y competencias regionales, sobre el petróleo y las aguas que están a pocos
kilómetros de nuestras costas los residentes canarios tenemos poco que opinar.
Son competencia estatal. Repsol solicitó la autorización del proyecto al
Ministerio de Industria y el análisis técnico ambiental lo ha realizado el
Ministerio Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación. Soria y Cañete, vamos. En
una sociedad democrática las comunidades implicadas deberían ser partícipes de las
acciones que se desarrollan en sus territorios. Es lógico que la gente ande
mosqueada, el gobierno estatal ha tratado a la sociedad canaria como si tuviera
minoría de edad.
Cambiemos
un poco de tema. ¿Crees que el petróleo sólo está para quemarse? Es una lástima
lo que estamos haciendo con este recurso tan escaso, ¿te imaginas criar cerdos
para usarlos como combustible? Pues algo parecido le pasa al petróleo, podría
aprovecharse todo: Asfalto, tuppers (el taper de la viejita pa que nos entendamos),
pinturas, y miles de productos que están en nuestra vida cotidiana. Estos usos
del petróleo son bastante duraderos y vienen a sustituir a materiales como la
madera o minerales cuyas extracciones provocaban grandes impactos sobre
ecosistemas naturales. Además, al no quemarse no está contribuyendo al aumento
del efecto invernadero.
Estamos despilfarrando el petróleo, usándolo
para actividades como la generación de electricidad que ya tiene alternativas
renovables o para alimentar a un transporte privado descaradamente innecesario.
Es un recurso no renovable, un legado que hay que racionalizar para que las
futuras generaciones puedan beneficiarse de sus usos.
El
Informe de Coyuntura Ambiental del Gobierno de Canarias del 2012 muestra que un
13% del consumo de derivados del petróleo fue destinado a navegación aérea y un
41% a navegación marítima, de personas y mercancías. Es decir, un 54% del total
del petróleo que llega a Canarias se destina a un tipo de transporte absolutamente
estratégico para una comunidad insular, fragmentada y muy aislada. Un 54% de
petróleo que, a día de hoy, no tiene alternativas renovables o menos
contaminantes. Pasarán décadas (siendo optimista) hasta que los aviones dejen
de volar sin queroseno o los ferrys navegar sin fuel. Por ahora, sin petróleo
Canarias colapsaría.
Ahora
deja que te hable de la Tasa de Retorno Energético (TRE) del petróleo y su canto
del cisne hacia las renovables. La TRE no es más que la energía disponible una
vez deducido el gasto energético necesario para la obtención de esa energía: perforar
el pozo, transportar el petróleo a las refinerías, transformarlo y
transportarlo a los consumidores. LA TRE del petróleo no ha parado de descender
con el tiempo: De un máximo de 100:1 en 1920 a un 20:1 en la actualidad. Esto
se debe a que cada vez se perfora a mayor profundidad, buscamos más lejos y
extraemos petróleo de peor calidad. Cuesta más, básicamente.
Cuanto
más baje la TRE, menos energía estará a disposición de la humanidad. Algunos
analistas están preocupados porque caigamos en una trampa energética, una
situación en la que haya tan poco petróleo, y con tan baja TRE, que no podamos
usar su energía para construir las infraestructuras y dispositivos de
producción de fuentes de energía renovables. Porque una cosa te digo, los
aerogeneradores del futuro producirán energía suficiente para poder fabricar
descendencia, pero los del presente se construyen con la energía de las fuentes
no renovables. Los reyes magos no existen..
Se
habla mucho también del riesgo de posibles derrames derivados de estos sondeos.
Sin embargo, los mayores problemas de contaminación con hidrocarburos en
Canarias vienen de la limpieza de tanques petroleros (y otras
embarcaciones) en alta mar. El riesgo de accidentes también está en los barcos
petroleros que podrían romperse en cualquier momento y que traen el crudo que
la refinería convierte en el queroseno que posibilita ese viaje en avión a la
quinta puñeta por el que tanto ahorramos. Está bien alertarse por los riesgos
de los sondeos, pero entonces hagamos lo mismo con estos riesgos menos
mediáticos.
Con
esto quiero dar a entender que el riesgo cero no existe para ninguna actividad.
Cualquier actuación del ser humano provoca un impacto sobre el medio, hasta las
más respetuosas con el medio ambiente. O las que no vemos desde nuestra azotea:
La extracción de neodimio para los imanes de los aerogeneradores destruye miles
de hectáreas de bosques cada año en China. La laurisilva en Tenerife se está
recuperando porque ahora son otros bosques del planeta los que se destrozan
para dedicarlos a la agricultura.
Seguiría
hablando sobre el proceso de Evaluación Ambiental en España y la diferencia con
otros países, o sobre las redes económicas de kilómetro cero, sobre los
patrones de consumo de la sociedad occidental como principal causa del
deterioro ambiental, pero desde hace meses tengo como norma no extenderme más
de dos páginas en Word.
Termino
con algo de polémica. Del mismo modo que empecé este artículo explicando las
razones por las que me opongo a las prospecciones de Repsol, voy a hacer un
ejercicio de imaginación suponiendo en qué circunstancias sí apoyaría un proyecto
de este tipo.
Estaría
a favor de la extracción de petróleo cerca de nuestras islas si no afectara a hábitats
o especies de flora y fauna protegidas; si la economía de Canarias no
dependiera peligrosamente del turismo; si el crudo fuera propiedad del Estado;
si generara empleo y riqueza en nuestras islas; si fuera un petróleo que sirviera
para construir una economía verde y sostenible. Ahora ya puedes pegarme.
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