El
pasado 12 de marzo Diario de Avisos publicaba el artículo “Campos
electromagnéticos en Pérez de Ayala: 10 veces lo recomendable”. Por favor, muy
a mi pesar te pido que le dediques unos minutos antes de seguir leyendo mi
post.
¿Te han metido miedo? No te preocupes, yo me quedo con tu Iphone |
En
lo que va de año este periódico ha publicado nueve artículos sobre las antenas
de telefonía móvil, todos ellos posicionados a favor de los supuestos afectados
por ellas. En ninguno de ellos han entrevistado o pedido la opinión a
profesores de física, biología, médicos, técnicos en telecomunicaciones,
responsables de la consejería de industria o de sanidad, etc., para poder dar
otro punto de vista más objetivo y racional, o simplemente distinto. No han
contrastado informaciones, han buscado sensacionalismo para vender más
periódicos, aún a costa de pasarse por el forro los hábitos y formas de
trabajar del periodista serio y competente.
El
artículo que acabas de leer ha sido la gota que colma el vaso. En los
anteriores mencionan a personas que sufren depresiones, insomnio, fatigas e
incluso cánceres, apuntando a las emisiones de las antenas de telefonía móvil situadas
en las zonas donde habitan. Es bastante desagradable que los periodistas
alimenten este tipo de histerias magnificándolas de forma totalmente acrítica,
creando más miedo y alarmismo en un círculo vicioso que sólo beneficia al
periódico y al periodista. Pero en este artículo pecan de ambiciosos y se
empantanan con los números.
Empecemos.
El tercer párrafo dice:
No me los imagino con un contador Geiger causando el pánico por la ciudad... |
“Según
detallaron estos dos activistas sociales, ya veteranos en la lucha para
erradicar antenas de estas características en zonas como Barranco Grande o El
Sobradillo, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de 0,1
microvatio por centímetro cuadrado o, lo que es la misma proporción, 100
microvatio por metro cuadrado.”
Esto
es absolutamente falso. Es mentira. La OMS no recomienda 0,1µw/cm2,
sino 450µw/cm2 para frecuencias. de 900MHz como límite de densidad. de
potencia que no han de superar. las antenas de telefonía móvil. Este último.
valor tiene un factor de seguridad de 50 y es el que recomiendan la OMS, la
ICNIRP1, y la UE2 y ha hecho como suyo el estado español
a través del real decreto 1066/20013. El valor de 0,1µw/cm2
lo toman los activistas anti-antenas. de una resolución que se emitió en una conferencia
realizada en Salzburgo4 en 2000 y que no constituye un texto de
derecho. positivo.
El
valor de 0,1µw/cm2 se basa en
las conclusiones que un científico obtuvo de un experimento, el cual jamás. pudo
volver a ser reproducido, ni siquiera por él mismo a potencias superiores. Por.
tanto está basado en un experimento invalidado. Dicha resolución aclara que.
representa la opinión de los científicos y especialistas en salud pública
firmantes y no. la opinión de las organizaciones a las que pertenecen.
Por
tanto los límites de la conferencia de Salzburgo carecen de fundamento técnico
y científico. Se ajustan más bien a una posición política e ideológica que a
las evidencias mostradas por la literatura científica.
En
el mismo párrafo cometen una equivocación de las que dan vergüenza ajena. Cuando
dicen que esos 0,1µw/cm2 equivalen a 100 µw/m2 están
cometiendo un error de alumno de primaria que no sabe cambiar de unas unidades
a otras. 1m2=10000cm2, por lo que para pasar de µw/cm2
a µw/m2 tenemos que multiplicar por 10000, por lo tanto en realidad
0,1µw/cm2 equivalen a 1000 µw/m2.
Continuemos,
el cuarto párrafo dice lo siguiente:
“Sin
embargo, varios puntos de la comisaría ubicada en la calle de Pérez Ayala
dieron mediciones de 1.000 microvatios por metro cuadrado, como por ejemplo en
la puerta, en la azotea y en las escaleras del edificio.”
La
cagada de antes viene de perlas al sensacionalismo del artículo, pues empatan
el error de los 100 µw/m2 con una medición en la puerta, azotea y
escaleras del edificio de 1000 µw/m2, dando a entender que superan
en 10 veces las emisiones permitidas (ese por cierto es el titular del.
artículo).
Pero
no perdamos de vista lo manifestado previamente. El nivel de referencia que
establecen los organismos internacionales es de 450µw/cm2 para
antenas de 900MHz. Por lo que el valor medido por estos señores de 1000µw/m2,
o lo que es lo mismo (dividiendo ahora por 10000), 0,1 µw/cm2, es
una cifra que está dentro de lo que ellos han decidido que hay que respetar (conferencia.
de Salzburgo), y 4500 veces más baja que la establecida oficialmente por los
organismos. internacionales.
Este
dato de 0,1 µw/cm2 concuerda con los valores medios de densidad de
potencia en el Estado español de 0,46 µw/cm2 (en 2009), incluso está
por debajo. Por lo tanto, ¿dónde está. el alarmismo?
Terminando.
En el sexto párrafo se dice:
“Cuestionados sobre la fiabilidad de estas mediciones, los
miembros de la asociación mostraron a este periódico que se trata de aparatos
homologados por la Unión Europea, aunque si advirtieron que no son de una
exactitud extraordinaria porque para ello habría que realizar las mediciones
teniendo en cuenta horarios, días de la semana, etcétera”
Buff, hasta ellos se dan cuenta de la armada
que están cometiendo cuando se ponen a jugar a ser técnicos oficiales con
cacharritos comprados por Ebay… Puede que el instrumental de medición esté
avalado por la UE, esa institución de la que después no siguen sus
recomendaciones, pero no perdamos una cosa de vista: Carecen de total validez
ya que no son hechas por personal técnico cualificado y autorizado. Con todos
mis respetos hacia estos dos señores, “activistas sociales veteranos en la
lucha para erradicar las antenas”, no creo que sepan calibrar el aparato o
eliminar las fuentes de error cuando no saben pasar de metros cuadrados a
centímetros cuadrados.
El burka que "protege" contra las radiaciones. Esto es lo que consigue el periodismo irresponsable |
Finalizo
el post diciéndote que he leído bastante al respecto tanto a favor como en
contra de las antenas, cosa que evidentemente no ha hecho Tinerfe Fumero, el
periodista que malcubrió la noticia. De haberlo hecho, lo primero que hubiera reconocido
en el artículo es que no existen evidencias científicas que relacionen la
exposición a señales de radiofrecuencia con la aparición de enfermedades. Más
claro imposible.
Así
que tú eliges. A un lado tienes a las matemáticas, a los estudios e
informaciones objetivas, contrastables, refutables, racionales. Al otro lado tienes
lo de siempre: oscurantismo, irracionalidad, oportunismo electoral,
charlatanería, lucro, miseria, ignorancia, y consecuentemente, falta de
libertad.
(Si quieres saber más sobre radiaciones electromagnéticas, lee este otro post)
(Si quieres saber más sobre radiaciones electromagnéticas, lee este otro post)
Caballero o Señora creo que usted no debía estar trabajando sino en una cátedra de física atrofiada pero nunca decidirse a criticar a la prensa. Todos sabemos que la mayoría desconocen muchos datos y que los toman a veces erróneos o los mal interpretan pero ello nop dice que la peligrosidad de las antenas sea inexistente y usted los sabe muy bien.
ResponderEliminarLas operadoras pagan muy bien los favores a personas a quien calificacía de barrigas agradecidas sin querer insulatr a nadie pero se ve claro que su contraataque no tarda mucho en producirse.
Usted con su sapiencia debiera dirigirse a esos dos activistas sociales y no a quien le parezca y convencerles de que están equivocados.
Salud y no antenas en mi casa.