viernes, 14 de octubre de 2016

Profes y alumnado del IES Poeta García Cabrera visitamos el Teide en el centenario de la Red de Parques Nacionales.

La actividad incluyó una ruta guiada por el Observatorio Astronómico de Izaña y la ascensión en Teleférico, donde realizamos un pequeño sendero a 3.500 metros de altitud.


Siendo conscientes de lo que significa vivir a escasos kilómetros de un Parque Nacional, no quisimos perder la oportunidad de conocer el singular ecosistema de alta montaña que alberga nuestra isla vecina. Por supuesto nada que ver con la laurisilva gomera.



Días antes de la visita, las chicas y chicos de 1º a 4º de la ESO tuvieron una primera aproximación al patrimonio geológico y a la biodiversidad del Parque Nacional del Teide gracias a una pequeña presentación que impartí en el centro.



Tras unas horitas de guagua y barco, y ya en medio de retamas y codesos, nos adentramos en las instalaciones del Observatorio Astronómico de Izaña, dependiente del Instituto de Astrofísica de Canarias. Allí conocimos la importancia que el cielo canario tiene para la investigación científica internacional, pudiendo entrar en el telescopio “Carlos Sánchez” y así indagar en las entrañas tecnológicas que permiten al ser humano adentrarse en la oscuridad del Universo. Mediante filtros solares, detectamos manchas solares y las famosas protuberancias, tan grandes que varias Tierras cabrían bajo su arco.



Pasado el mediodía nos desplazamos al Centro de Visitantes del Portillo, donde almorzamos dentro de su Jardín Botánico. Acompañados por una nueva generación de tajinastes, rosalillos y tizones, repusimos fuerzas bajo la imponente presencia del Teide y Montaña Blanca.



A modo de colofón subimos a la Rambleta, a sólo 200 metros del pico del Teide, gracias a esa maravilla de la ingeniería colgada de un cable llamada teleférico. Por si las moscas, en la base del volcán, los escépticos de la tecnología podían encomendarse a una bellísima talla del Sagrado Corazón de Jesús.



Tras siete minutos de ascenso, iniciamos un pequeño sendero guiado que nos condujo al mirador del Pico Viejo, ese gran desconocido que posee el cráter más grande de Canarias.


Durante la caminata pudimos sentir la actividad de un volcán dormido, pero todavía activo, a través de las emanaciones de sulfuro de hidrógeno, gas que recuerda el olor de huevos podridos.


Semejante altitud permitió al grupo sobrecogerse ante una de las panorámicas más impresionantes del archipiélago: En el horizonte, las islas de Gran Canaria, La Palma y El Hierro; en primer término las distintas coladas del Teide, Montaña Blanca y Pico Viejo, todas ellas frenadas por la Caldera de las Cañadas, los restos de un supervolcán que colapsó hace 200.000 años.



Y cómo no, tras Pico Viejo apareció resistiendo la vieja isla de La Gomera. Desde otra perspectiva, en la distancia, donde tal vez pudo ser valorada en su verdadera dimensión.


1 comentario:

  1. Gran Canaria quedaría en trans con respecto a la Gomera y Tenerife.
    Fdo. Suso.

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